Cómo funciona una Reina del Cielo


Es el principio femenino que gesta los mundos, nuestras realidades materiales. Es el fuego ascendente creador de mundos y el fuego que nos despierta.

La cualidad de una reina, es preservar el principio o magia creadora que somos todos. Para ello, a lo largo de sus numerosas encarnaciones han ido creado a modo de capas magnéticas o escudos de protección.

Todos tenemos esos escudos que nos protegemos así mismo de la intromisión en nuestro más íntimo de entidades invasivas, depredadora, pero las mujeres que a lo largo de su existencia han ido fortaleciendo esos escudos al punto que pueden resistir los ataques invasivos de las entidades mas poderosas, esas mujeres tienen el inmenso privilegio de desarrollar su realeza custodiando el Sancta Sanctorum de la conciencia única que somo todos. Son la vasija creadora o santo grial.

Desarrollan su actividad en dos aspectos fundamentales, crear los sistemas o los medios concienciales que nos despiertan, y llegado el momento, directamente despertarnos.

Cuando María Magdalena viene con Jesús, conjuntamente como nuestro mesías, son coronados ambos a la vez en el mismo ritual de la cruz. Aunque son hermanos carnales, en ese momento ejercen como pareja en su iniciación como rey y reina, y se gesta un primera creación. En esa nupcias reales, María Magdalena canaliza las energías ascendentes de la madre Tierra, el fuego creador de la kundalini, y Jesús canaliza las energías descendentes de nuestro Padre eterno, la luz y el conocimiento creador. María Magdalena al ponerse debajo de Jesús en la cruz, alineándose con él, de pie, pegada al poste, tocando la planta de los pies de Jesús con su cabeza, esta es embadurnada, ungida, por la sangre que en esos momentos corre y gotea por los pies de Jesús.

La sangre es portadora de nuestra esencia, de lo que somos en la singularidad de nuestro ser, de la herencia genética de nuestra conciencia común y de nuestros arquetipos creadores. El semen es una sustanciación de la sangre, portadora de la esencia de la sangre, para crear vida biológica. La sangre, directamente es portadora de nuestra esencia creadora en los planos superiores, y esta, al derramarse en la Vasija, fertiliza la magia creadora que somos todos. De ese modo, Jesús crea para nosotros el cielo sobre la tierra, una nueva morada permanente en el cielo. El plano mental por encima del plano astral (también llamado 5ª dimensión). Las energías creadoras que canalizan, tanto María Magdalena como Jesús, en ese acoplamiento, son de singular potencia. Sabemos que la intensa vibración de la energía de kundalini en el proceso creador, al crear vida biológica, producen estados de excitación y orgasmo. Nos podemos hacer una idea de esa intensidad cuando esas energías están creando un planeta, en este caso, creado el plano mental de este planeta. Nos puede parecer paradójico, dada la situación en la que se encontraba Jesús, pero sus últimos momentos en la cruz fueron un potentísimo y prolongado orgasmo como quizás nunca se hayan conocido aquí en la tierra.

Jesús crea una nueva morada permanente para todos nosotros, y a María Magdalena le toca la ingrata labor de crear o aportar los arquetipos sistémicos de purificación (los sistemas u organizaciones espirituales, religiosas, económicas y políticas que hemos venimos teniendo o sufriendo hasta la fecha) que junto con las enseñanzas de Jesús nos permite acceder a esa nueva morada.

Cuando María Magdalena va al sepulcro, va sola, alarmada por que presiente que Jesús está en una situación extremadamente difícil. Y efectivamente, Jesús, su cadáver está siendo.... ha sido sometido a un potentísimo ritual de magia negra, y sus vehículos etéricos están atrapados en las capas más densas del plano astral. Su sufrimiento no ha terminado en la cruz, después, en la muerte de su cuerpo físico, es donde quizás esté pasando sus peores momentos. Liberarse de ese poderoso ritual de magia negra, es lo que definitivamente le otorga el poder necesario para controlar y someter a los infiernos, a las entidades que rigen los planos mas densos del astral, y por tanto consolidar su autoridad real. “Descendió a los infiernos y cautivo la cautividad”. Ese proceso le confirió el poder sobre las entidades mas poderosas de la oscuridad, y especialmente sobre el demiurgo de este planeta. Cuando llega María Magdalena los magos negros que han hecho el ritual ya no están, pero se encuentra la tumba abierta, y entra. Jesús está atrapado en los infiernos, pero la sola presencia de María Magdalena le da la fuerza necesaria, el apoyo necesario para salir de esa situación, y ese esfuerzo lo despierta. No resucita a la carne, sino despierta a la conciencia suprema. Cuando esto ocurre, la realidad que le rodea se disuelve, y eso se materializa disolviendo su ego, y todos los vehículos que lo sostienen. La carne desaparece al transubstanciarse en pura y sólida conciencia en si.

María Magdalena no es del todo consciente de ese proceso, ella, en realidad no es consciente en su cuerpo físico de muchos de los procesos concienciales que desencadena, pero su simple presencia activa todo. Del mismo modo, para nosotros, estar cerca de ella significa acelerar muestro proceso de despertar, e inundarnos de prosperidad y vida. Todo florece en su campo de influencia. En ella se dan dos aspectos creadores fundamentales, el propio de mundos y sistemas, y, nuestro despertar. Es un inmenso privilegio estar cerca de ella.

Cuando nos acercamos a su reinado, la vemos como una fortaleza inexpugnable, impenetrable, pero hay una llave para entrar. En la obra de Leonardo Davinci nos da la llave para entrar en sus dominios. Fijaros que en muchos de sus pinturas sale alguien con el dedo indice hacia arriba. Cuando eso ocurre es por que María Magdalena está en la escena, unas veces como Juan el Bautista (con aspecto afeminado) otras veces señalando su presencia un apóstol (en la santa cena), otras como un niño (uno de los gemelos, en realidad mellizos: María Magdalena y Jesús). El dedo simboliza la llave para entrar en su reinado, por cuanto representa el falo. Cuando se hace este gesto a las puertas de su fortaleza, empezamos a ver su reinado, no es que entremos, sino que nuestra áurea se empapa de su gracia, y vemos como se forma su reino en nosotros, y esto va dando forma y luz a nuestro despertar. Pero si se puede entrar dentro, pues dentro está el Sancta Sanctorum de la consciencia única, la magia creadora que somos todos. Y el falo es la llave que penetra y desencadena los procesos creadores. Pero no es suficiente tener la llave que penetra a los más sagrado de la conciencia única. Es una cuestión de genero. Una reina solo puede ser penetrada y engendrada por un rey. Nadie que no sea un rey podrá llegar a lo íntimo, a su seno, al Santo Grial, para desencadenar los procesos creadores de mundos. Solo pueden hacerlo los reyes, quienes han sido merecedores y envestidos por la gracia y la majestuosidad suprema del Ser Único

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